El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que no asistirá a la posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, programada para el 10 de enero en Caracas. El mandatario expresó que su decisión responde a la detención de Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, y del excandidato Enrique Márquez, así como a la falta de garantías en las recientes elecciones venezolanas.
Motivos de la decisión
Petro argumentó que los comicios del pasado 28 de julio “no fueron libres” y reiteró que la solicitud de Colombia de garantizar transparencia electoral no fue atendida. Además, señaló que “no hay elecciones libres bajo bloqueos” y cuestionó las prácticas políticas que afectan la democracia venezolana.
En un comunicado publicado en su cuenta de X (antes Twitter), Petro afirmó:
No podemos reconocer elecciones que no fueron libres. Espero que estas puedan realizarse pronto, sin bloqueos ni intimidaciones internas.
El mandatario también manifestó su rechazo a la permanencia en el poder bajo acuerdos que impliquen el control de recursos como el petróleo, calificándolo como una política que atenta contra la soberanía y el diálogo interno en Venezuela.
Relaciones bilaterales intactas
A pesar de esta decisión, Petro aseguró que Colombia no romperá relaciones diplomáticas con Venezuela y subrayó la importancia de mantener los lazos entre ambos pueblos:
“Nuestros dos pueblos están ligados por sangre, cultura e historia. Cerrar fronteras y evitar el relacionamiento diplomático es una brutalidad enorme que solo alimenta mafias y provoca hambre y éxodo”.
Llamado a la liberación de presos políticos
El presidente colombiano finalizó su declaración con un llamado al gobierno venezolano para que garantice la libertad de todas las personas detenidas por razones políticas, enfatizando la necesidad de diálogo interno como base de la soberanía.
Esta postura marca una posición crítica pero conciliadora, mientras Petro reitera su compromiso con los derechos humanos y la democracia en la región.