La catedral de Notre Dame, joya del arte gótico y símbolo de París, reabre este sábado tras un proceso de restauración que movilizó a más de 2.000 trabajadores y costó alrededor de 700 millones de euros. Este evento marca el retorno de uno de los monumentos más icónicos del mundo, cerrado desde el devastador incendio del 15 de abril de 2019.
El regreso de un símbolo histórico
La ceremonia de reapertura contará con la presencia de cerca de 1.500 invitados, incluidos 40 jefes de Estado y Gobierno, como Donald Trump y Volodímir Zelenski. Antes del incendio, Notre Dame atraía a 12 millones de visitantes al año, consolidándose como uno de los destinos turísticos más importantes de Europa.
El incendio destruyó gran parte de la estructura de madera, el tejado y la emblemática aguja central del siglo XIX, además de dañar los rosetones y naves transversales. Sin embargo, gracias a una movilización sin precedentes y la promesa del presidente Emmanuel Macron de reconstruirla en cinco años, la catedral recupera hoy su esplendor.
Una ceremonia de alto nivel
En el marco de la reapertura, Emmanuel Macron recibió al presidente reelecto de Estados Unidos, Donald Trump, en el Palacio del Elíseo, quien destacó las “excelentes relaciones” entre ambos países. “Es un gran honor para el pueblo francés recibirle”, dijo Macron, mientras Trump expresó que “el mundo parece estar un poco loco”.
La restauración de Notre Dame no solo devuelve un patrimonio invaluable al público, sino que reafirma su lugar como un símbolo de resiliencia y unidad cultural.