Nicolás Maduro asumió este viernes su tercer mandato presidencial en Venezuela, tras una controvertida ceremonia en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, marcada por las acusaciones de fraude por parte de la oposición y el rechazo de varios gobiernos internacionales.
Con la mano derecha sobre la Constitución venezolana, Maduro prometió:
“Haré cumplir todos sus mandatos, todas las obligaciones de la Constitución y las leyes de la República. Este nuevo período presidencial será el período de la paz, la prosperidad, la igualdad y la nueva democracia”.
El acto estuvo presidido por Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, y contó con la asistencia de representantes de países aliados del gobierno chavista, mientras que líderes de la oposición y gobiernos de la región calificaron el evento como ilegítimo.
Oposición mantiene su postura
La investidura se produce en un contexto de tensiones políticas exacerbadas. La oposición venezolana, liderada por María Corina Machado y el candidato Edmundo González, sostiene que Maduro no ganó las elecciones del 28 de julio de 2024, sino que estas fueron manipuladas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el oficialismo.
A nivel internacional, varios gobiernos han desconocido los resultados y han instado a la realización de elecciones libres y justas.
Maduro promete “paz y prosperidad”
En su discurso, Maduro defendió su legitimidad y afirmó que trabajará por un período de estabilidad y desarrollo en el país. Sin embargo, la situación en Venezuela sigue siendo crítica, con una economía en recesión, alta inflación y un éxodo masivo de ciudadanos en busca de mejores condiciones de vida.
Por su parte, la oposición ha llamado a continuar las manifestaciones pacíficas y buscar apoyo internacional para presionar por un cambio político en el país.