Los Ángeles vive una de las peores crisis de incendios forestales en su historia reciente, con múltiples focos que han devastado más de 12.000 hectáreas, obligado a evacuar a más de 180.000 personas y cobrado la vida de al menos cinco personas.
El incendio Kenneth, una nueva amenaza
El más reciente foco, denominado ‘Kenneth’, se desató este jueves en las colinas cercanas a Calabasas, al noroeste de Los Ángeles. Su rápida expansión ha obligado a emitir órdenes de evacuación obligatorias y amenaza con consumir varias viviendas.
El Kenneth se suma al devastador incendio en Pacific Palisades, que arde sin control desde el martes y ha sido calificado como “uno de los desastres naturales más destructivos en la historia de Los Ángeles” por las autoridades locales.
Impacto devastador
Los incendios han dejado un panorama desolador. Según el jefe de policía de Los Ángeles, Robert Luna, las zonas afectadas parecen “como si hubiera caído una bomba”. Además de las muertes confirmadas, se teme que la cifra aumente a medida que las autoridades accedan a áreas devastadas.
Miles de construcciones han sido destruidas, y el esfuerzo de los bomberos se centra en contener varios frentes activos, como los incendios Eaton, Hurst y Lidia, que se encuentran en diferentes puntos del condado de Los Ángeles. El fuego Sunset, en las colinas de Hollywood, ya ha sido contenido.
Respuesta gubernamental
El presidente Joe Biden anunció que el Gobierno federal cubrirá los costos de recuperación durante 180 días, en un esfuerzo por mitigar el impacto económico de la catástrofe.
Recomendaciones para la población
Las autoridades instan a la población a seguir las órdenes de evacuación, mantenerse informada a través de canales oficiales y evitar regresar a las zonas afectadas hasta nuevo aviso.
Mientras los bomberos luchan contra el fuego, California enfrenta nuevamente los efectos devastadores del cambio climático y la sequía extrema que favorecen la proliferación de estos desastres naturales.