En una de las elecciones presidenciales más tensas de Estados Unidos, Donald Trump y Kamala Harris se enfrentan en un pulso por definir el futuro del país. Los candidatos, que representan posturas radicalmente opuestas, necesitan asegurar al menos 270 votos electorales para ganar, con más de 245 millones de ciudadanos elegibles para votar, entre ellos 36.2 millones de origen latino, quienes podrían ser decisivos en esta elección.
La campaña ha expuesto dos visiones contrastantes. Trump ha apostado por revitalizar la economía mediante políticas restrictivas en temas de inmigración y derechos LGBTQ+, junto a una política exterior de “Paz mediante la Fuerza.” Su enfoque ha apelado a una base conservadora que valora la seguridad y la estabilidad económica.
Kamala Harris, en contraste, ha enfocado su campaña en los logros de la administración Biden, con énfasis en los derechos civiles, el acceso a la salud y la educación.
Propone además un control más estricto en la venta de armas y un compromiso firme con alianzas internacionales, apelando a un electorado que busca continuidad en políticas progresistas.
Las urnas de este 2024 reflejan una jornada histórica y crítica para el país, con los resultados siendo observados tanto dentro como fuera de Estados Unidos.