Crecen las pruebas que vinculan al expresidente Iván Duque con la compra del controvertido software de espionaje Pegasus, según documentos revelados por la actual administración de Gustavo Petro. Este programa, desarrollado por el NSO Group de Israel, ha sido utilizado por gobiernos de todo el mundo para realizar actividades de vigilancia, y el presidente Petro ha señalado que Colombia habría sido uno de los compradores durante el mandato de Duque.
El presidente Petro ha declarado públicamente que Yehuda Lahav, director de negocios del NSO Group, viajó a Colombia el 25 de junio de 2021 en el vuelo M-AGBB para concretar la venta del software Pegasus, por un valor superior a los 11 millones de dólares. Además, Petro afirmó que el empresario llevaba consigo más de cinco millones de dólares, lo que calificó como un caso de “lavado de activos”.
La gravedad de las acusaciones ha generado un silencio incómodo por parte de Iván Duque y Diego Molano, exministro de Defensa, quienes hasta hace poco ofrecían declaraciones para desmentir cualquier irregularidad. Ahora, su falta de respuesta ha levantado críticas desde diferentes sectores de la sociedad.
Figuras como León Valencia, analista político y director de la Fundación Paz y Reconciliación, han instado al expresidente a aclarar su papel en el escándalo, sugiriendo incluso que podría hacerlo a través de periodistas cercanas a él, como Vicky Dávila, directora de la Revista Semana.
La situación ha puesto bajo el foco de la opinión pública no solo a Duque y Molano, sino también al panorama mediático en Colombia, donde algunos señalan que la línea editorial de Semana se ha endurecido contra el presidente Petro.
Sin embargo, la presión sigue aumentando sobre Duque para que brinde explicaciones sobre su presunta vinculación con el espionaje, un tema que ha generado controversia no solo en Colombia, sino en el ámbito internacional debido a las restricciones de uso de Pegasus en países como Estados Unidos.