Donald Trump ataca a Kamala Harris vendiendo papas fritas en un McDonald’s

El expresidente de Estados Unidos y actual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, protagonizó este domingo un llamativo episodio de campaña al ponerse un delantal en un McDonald’s en Pensilvania, donde se dedicó a cocinar y repartir papas fritas.

El acto no solo buscaba acercarlo a sus seguidores, sino que fue una clara crítica dirigida a la vicepresidenta Kamala Harris, a quien acusó de haber mentido sobre su pasado laboral en la famosa cadena de comida rápida.

Harris, según su campaña, trabajó en un McDonald’s en Alameda, California, durante el verano de 1983 para costear sus estudios en la Universidad de Howard. Esta anécdota, que ella ha mencionado en ocasiones para conectar con las clases trabajadoras, fue puesta en duda por Trump, quien insinuó que la vicepresidenta habría fabricado esa parte de su historia personal. Trump, conocido por su afición a la comida rápida, utilizó la oportunidad en Pensilvania para burlarse de Harris y cuestionar su relato.

El portavoz de Harris, Ian Sams, respondió rápidamente a los ataques, calificando los comentarios de Trump como una muestra de su “desesperación” y recordando que el expresidente “no puede entender lo que es tener un trabajo de verano porque heredó millones de su padre”. Además, destacó que Trump ha construido una carrera política difundiendo falsedades sobre sus oponentes, tal como lo hizo en el pasado con Barack Obama y la teoría infundada sobre su lugar de nacimiento.

Aunque McDonald’s ha recibido varias solicitudes para confirmar si Harris trabajó en uno de sus locales en la década de 1980, la compañía no ha dado una respuesta oficial. La vicepresidenta no menciona este trabajo en sus memorias, pero se refirió a su tiempo en la cadena por primera vez durante su campaña presidencial de 2019, cuando apoyó a trabajadores de la empresa en huelga en Las Vegas.

El incidente marca un nuevo capítulo en la intensa batalla electoral entre Trump y Harris, y muestra cómo el expresidente continúa utilizando estrategias provocadoras para atacar a sus rivales políticos.