¡Indignación! En Zipaquirá, un sacerdote ingresó montado en una burra durante un acto religioso

Una escena que pretendía recrear la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén terminó generando controversia en Zipaquirá, Cundinamarca. Durante la procesión del Domingo de Ramos, el sacerdote Jairo Arévalo, de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, fue grabado ingresando al templo montado en una burra, lo que generó reacciones divididas entre feligreses y ciudadanos.

Aunque algunos asistentes aplaudieron el acto como un homenaje a la tradición cristiana, en redes sociales y entre defensores de los animales creció la indignación por el uso del animal como parte del ritual. Muchos usuarios calificaron la acción como un caso de maltrato, y señalaron que estos eventos deberían adaptarse a formas simbólicas que no involucren a seres vivos.

El alcalde de Zipaquirá, Fabián Rojas, se pronunció rápidamente sobre el hecho, rechazando lo ocurrido y calificándolo como un trato indebido hacia los animales. Anunció que buscará reunirse con el sacerdote y las autoridades eclesiásticas para discutir el caso y promover acciones de reparación.

“Que el mismo sacerdote promueva un mensaje de respeto hacia los animales”, pidió el mandatario local.

Este incidente revive el debate sobre la necesidad de modernizar ciertas expresiones religiosas, especialmente en un país donde la legislación sobre protección animal se ha venido fortaleciendo.

“La religión no puede justificar el maltrato”. Afirmó un ciudadano.

En Colombia, actos de crueldad contra animales pueden acarrear sanciones judiciales. Desde la ciudadanía, el llamado es a encontrar nuevas formas de celebrar la fe sin causar daño ni reproducir prácticas que, aunque tradicionales, pueden ser percibidas hoy como insensibles.