
Un nuevo tiroteo sacude a EE.UU. Esta vez, el campus de la Universidad Estatal de Florida (FSU), en Tallahassee, fue escenario de una tragedia que dejó dos muertos y siete heridos, incluido el atacante.
Según confirmó la Policía local, las víctimas mortales no eran estudiantes de la universidad. El presunto autor del ataque, Phoenix Ikner, estudiante de 20 años de Ciencias Políticas, fue identificado como hijo de una alguacil adjunta en activo, de quien habría obtenido el arma usada en el ataque. Se encuentra hospitalizado tras enfrentarse a las autoridades.
La universidad, con más de 40.000 estudiantes, activó la alerta de tirador activo a las 12:02 p.m. (hora local), y declaró el campus como seguro tres horas y media después.
Relatos estremecedores describen cómo los heridos eran evacuados en sillas de escritorio o esperaban camillas sobre la calle.
El hecho reabre el debate sobre el control de armas y la seguridad en centros educativos.