En un caso que ha generado conmoción y repudio en Medellín, un falso veterinario enfrenta serias acusaciones tras provocar la muerte de una perra y sus cachorros en un procedimiento quirúrgico realizado sin la debida autorización ni profesionalismo.
Luis Fernando Galvis Blanco, quien presuntamente se hizo pasar por veterinario, fue presentado ante un juez de control de garantías por un fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) de la Seccional Medellín. La imputación, que incluye los cargos de maltrato animal y falsedad personal, está relacionada con un incidente ocurrido el 8 de noviembre de 2023 en el barrio Santo Domingo Savio.
De acuerdo con las pruebas recolectadas durante la investigación, Galvis Blanco realizó una cesárea y una ligadura de trompas a una perra llamada ‘Susy’, que estaba a punto de dar a luz. La intervención quirúrgica, llevada a cabo en condiciones cuestionables y sin el debido conocimiento técnico, resultó en la muerte de los dos cachorros y dejó a ‘Susy’ en un estado crítico. Posteriormente, la perra fue trasladada a otro centro veterinario, donde lamentablemente también falleció.
Las indagaciones revelaron que Galvis Blanco no poseía un título profesional de veterinario, lo que subraya la gravedad de su acción al ejercer prácticas médicas sin la capacitación necesaria. La comunidad de Medellín, particularmente los defensores de los derechos de los animales, ha expresado su indignación ante el caso, que evidencia la vulnerabilidad de los animales ante la negligencia y el fraude.
El imputado, quien no ha aceptado los cargos en su contra, continuará vinculado al proceso judicial mientras se resuelven las acusaciones en su contra. La noticia ha suscitado una reflexión urgente sobre la importancia de verificar las credenciales de los profesionales de la salud animal y la necesidad de reforzar las medidas de control para prevenir casos similares en el futuro.
Este trágico incidente resalta la importancia de proteger a los animales y garantizar que quienes se encargan de su cuidado estén debidamente capacitados y certificados. La comunidad espera que el proceso judicial conduzca a una justicia efectiva y disuada a futuros impostores de poner en riesgo la vida de seres indefensos.